A partir de una retícula muy sencilla y el juego modular de dos grosores de línea y casi monoespaciada, MxT Ix fue mi primer intento de formalizar una tipografía mientras estaba en mi etapa de estudiante en la licenciatura de Diseño Gráfico, de la cual salieron dos variantes: Sans y Mexica Serif. De trazo simple con formas rectas y cuerpo condensado, basado en grecas y patrones gráficos de estética prehispánica, aunque al final también remite a otras referencias gráficas como el constructivismo, el posmodernismo industrial y estilos de escritura de otras culturas que también basan su estructura en estas formas modulares. Aunque su diseño es simple, también es compleja que la hace un tanto complicada de leer, pero justo en ello está también su gracia, pues sus atributos van también a que puede ser un elemento decorativo muy interesante por lo alto de sus proporciones y condensado de su ancho, así como en la uniformidad sobre todo de sus terminaciones y trazos verticales.